jueves, 20 de junio de 2013

clases de energías








es la energía obtenida del viento, es decir, la energía cinética generada por efecto de las corrientes de aire, y que es transmutada en otras formas útiles para las actividades humanas.
En la actualidad, la energía eólica es utilizada principalmente para producir energía eléctrica mediante aerogeneradores. A finales de 2011, la capacidad mundial de los generadores eólicos fue de 238 gigavatios.En 2011 la eólica generó alrededor del 3% del consumo de electricidad mundial.En España la energía eólica produjo un 16% del consumo eléctrico en 2011.
La energía eólica es un recurso abundante, renovable, limpio y ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero al reemplazar termoeléctricas a base de combustibles fósiles, lo que la convierte en un tipo de energía verde. Su principal inconveniente es la intermitencia del viento.



La energía geotérmica es aquella energía que puede obtenerse mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra.
 Este calor interno calienta hasta las capas de agua más profundas: al ascender, el agua caliente o el vapor producen manifestaciones, como los géiseres o las fuentes termales, utilizadas para calefacción desde la época de los romanos. Hoy en día, los progresos en los métodos de perforación y bombeo permiten explotar la energía geotérmica en numerosos lugares del mundo. La Tierra posee una importante actividad geológica. Esta es la responsable de la topografía actual de nuestro mundo, desde la configuración de tierras altas y bajas (continentes y lechos de océanos) hasta la formación de montañas. Las manifestaciones más instantáneas de esta actividad son el vulcanismo y los fenómenos sísmicos.                                                      




Esta es una Planta de energía geotérmica en las Filipinas.


Se denomina energía hidráulica, energía hídrica o hidroenergía, a aquella que se obtiene del aprovechamiento de las energías cinéticas ypotenciales de la corriente del agua, saltos de agua o mareas. Es un tipo de energía verde cuando su impacto ambiental es mínimo y usa la fuerza hídrica sin represarla, en caso contrario es considerada sólo una forma de energía renovable.
Se puede transformar a muy diferentes escalas, existen desde hace siglos pequeñas explotaciones en las que la corriente de un río mueve un rotor de palas y genera un movimiento aplicado, por ejemplo, en molinos rurales. Sin embargo, la utilización más significativa la constituyen las centrales hidroeléctricas de presas, aunque estas últimas no son consideradas formas de energía verde por el alto impacto ambiental que producen.
Cuando el Sol calienta la Tierra, además de generar corrientes de aire, hace que el agua del mar, principalmente, se evapore y ascienda por el aire y se mueva hacia las regiones montañosas, para luego caer en forma de lluvia. Esta agua se puede colectar y retener mediante presas. Parte del agua almacenada se deja salir para que se mueva los álabes de una turbina engranada con un generador de energía eléctrica.

Energía solar:
APROVECHAMIENTO PASIVO Y ACTIVO DE LA ENERGÍA SOLAR.
La energía solar es el origen de la mayoría de fuentes de energía renovables, tanto de la energía eólica, la hidroeléctrica, la biomasa, y la de las olas y corrientes marinas, como de la energía solar propiamente dicha. Más generalmente, se puede hablar de aprovechamiento activo y aprovechamiento pasivo.
Sin duda alguna, el medio más barato y eficaz de aprovechar el potencial de la energía solar. La energía solar se puede aprovechar pasivamente (energía solar pasiva), es decir, sin la utilización de ningún dispositivo o aparato intermedio. Por ejemplo, mediante la adecuada ubicación, diseño y orientación de los edificios, empleando correctamente las propiedades fisicoquímicas de los materiales y los elementos arquitectónicos de los mismos: aislamientos, tipo de cubiertas, protecciones, etc.
Mediante la aplicación de criterios de arquitectura bioclimática se puede reducir significativamente, e incluso eliminar, la necesidad de climatizar (calentar y enfriar) los edificios, así como la necesidad de iluminarlos durante el día. Estas prácticas arquitectónicas contrastan con la tendencia que se observa en España desde hace años a instalar aparatos de climatización (aire acondicionado) que consumen una gran cantidad de energía.
La energía solar activa se basa en captar energía solar para generar 2 posibles tipos de energía secundaria: energía térmica (calor) o bien energía eléctrica (electricidad).






             
PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS.
Según la FAO, la producción de alimentos y energía simultáneamente puede ser una de las mejores fórmulas para impulsar la seguridad alimentaria y energética de los países, reduciendo de forma simultánea la pobreza. Cada vez son más las instituciones que abogan por un uso de las tierras y de los recursos agrícolas a la producción de energía pasando de la fase experimental a la realidad demostrada. Es interesante como de esta forma se consigue combatir el cambio climático así como el ahorro efectivo en materias primas agrícolas y obtener así una mayor producción.













CALENTAMIENTO DE AGUA.
El calentamiento de agua para uso doméstico resulta ser una de las mejores aplicaciones de la generación de calor usando energía solar, ya que la cantidad de agua caliente que se usa en una casa es casi constante durante todo el año. Por lo tanto, hay una mejor relación entre la demanda de agua caliente y la energía obtenida desde el sol, que en el caso de agua para calefacción.
No es lógico esperar que el sol nos proporcione el 100% de la energía necesaria para calentar agua, durante todo el año y en cualquier condición climática


OBTENCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA A PARTIR DE LA ENERGÍA SOLAR.
La energía del sol es directa o indirectamente fuente de la mayor parte de la energía que utilizamos en nuestra vida diaria. Además de la energía que producen procesos orgánicos que se realizan gracias al sol, también puede generar calor directo y además electricidad.
Ésta se puede producir a través de diversos procedimientos; uno de ellos es el sistema termal, donde la energía solar se usa para convertir el agua en vapor a través de dispositivos especiales. Con este vapor se origina electricidad por medio de turbinas dispuestas para ello. Por otro lado, la luz solar también se puede convertir directamente en electricidad gracias al efecto fotoeléctrico, aunque las llamadas células fotovoltaicas no tienen rendimientos muy altos. Su eficiencia actualmente es del orden de entre un 10 y un 15 %, aunque ya se está investigando en prototipos experimentales que permitirían llegar a un rendimiento de hasta un 30 %. Por lo tanto, para este tipo de producción se necesitan amplias instalaciones y extensiones de terreno si se quiere conseguir gran cantidad de electricidad.

A pesar de que es una energía barata y limpia, uno de los inconvenientes que tiene la generación de electricidad a partir de la luz solar, es que sólo puede producirse durante el día, y a su vez es difícil y cara de almacenar. Pero para esto también se están investigando el uso de nuevas tecnologías, entre las cuales se encuentra aquella que disocia el agua por electrólisis en oxígeno e hidrógeno. A continuación se utiliza este último para regenerar el agua, que producirá energía por la noche. Por todo ello, se deduce que la producción de electricidad a través de estos medios es mucho más cara que por sistemas convencionales, y sólo en condiciones muy especiales es cuando su uso se considera rentable, por ejemplo, en urbanizaciones o granjas donde no llega el suministro ordinario de electricidad porque se encuentran lejos de las centrales eléctricas.
La forma más utilizada de transformar la radiación solar en electricidad es la ya citada energía solar fotovoltaica, a través de placas solares o células fotovoltaicas. La electricidad conseguida puede usarse de forma directa en los hogares, por ejemplo para sacar agua de un pozo o para regar mediante un motor eléctrico, y aunque resulta más caro y trabajoso, también existe la posibilidad de almacenarla en acumuladores para ser consumida en horas nocturnas. Además, también se puede conectar la electricidad sobrante a la red general, obteniendo así un gran ahorro en la factura final.
Pero además de la energía fotovoltaica, también se puede obtener electricidad a través de una central térmica solar o central termosolar, que por supuesto requiere mucha más inversión y se trata de una instalación industrial que, mediante el calentamiento de un determinado fluido a través de la radiación solar, produce la potencia necesariamente efectiva para generar energía eléctrica. Para ello, es necesario concentrar la radiación solar hasta que se puedan conseguir temperaturas elevadas del orden que va entre los 300ºC y los 1000ºC, obteniendo así el rendimiento óptimo en el ciclo termodinámico. La captación y orientación de los rayos solares se hace a través de espejos con orientación automática que apuntan hacia la torre central donde se calienta el fluido.


                   PANELES SOLARES (CELDAS FOTOVOLTAICAS).
Los paneles o módulos fotovoltaicos (llamados comúnmente paneles solares, aunque esta denominación abarca otros dispositivos) están formados por un conjunto de celdas (células fotovoltaicas) que producen electricidad a partir de la luz que incide sobre ellos (energía solar fotovoltaica). El parámetro estandarizado para clasificar su potencia se denomina potencia pico, y se corresponde con la potencia máxima que el módulo puede entregar bajo unas condiciones estandarizadas, que son:
Radiación de 1000 W/m²
Temperatura de célula de 25 °C (no temperatura ambiente).
Los paneles fotovoltaicos se dividen en:
Cristalinas
Monocristalinas: se componen de secciones de un único cristal de silicio (Si) (reconocibles por su forma circular u octogonal, donde los 4 lados cortos, si se puede apreciar en la imagen, se aprecia que son curvos, debido a que es una célula circular recortada).
Policristalinas: cuando están formadas por pequeñas partículas cristalizadas.
Amorfas: cuando el silicio no se ha cristalizado.
Su efectividad es mayor cuanto mayores son los cristales, pero también su peso, grosor y coste. El rendimiento de las primeras puede alcanzar el 20% mientras que el de las últimas puede no llegar al 10%, sin embargo su coste y peso es muy inferior.
El coste de los paneles fotovoltaicos se ha reducido de forma constante desde que se fabricaron las primeras células solares comerciales1 y su coste medio de generación eléctrica ya es competitivo con las fuentes de energía convencionales en un creciente número de regiones geográficas, alcanzando la paridad de red

                                                                    

COMO ASEMOS USO ACUEDUCTO DE LA ENERGÍA Y COMO CONTRIBUYE CON EL MEDIO AMBIENTE.
En los países en desarrollo, más de 2.200 millones de personas, en su mayoría de ellos niños, mueren cada año a causa de enfermedades asociadas con la falta de acceso al agua potable, saneamiento inadecuado e insalubridad.
Las personas sufren de enfermedades causadas directa o indirectamente por el consumo de agua, alimentos contaminados o por organismos portadores de enfermedades que se reproducen en el agua.
Con el suministro adecuado de agua potable y de saneamiento, la incidencia de contraer algunas enfermedades y consiguiente muerte podrían reducirse hasta en un 75%.
Conforme se incrementa la población, aumenta la demanda de agua dulce para la producción de alimentos, usos industriales y para usos domésticos; además, para la generación de energía eléctrica, energía que consumimos todos los días desmesuradamente.
Podríamos pensar que cada vez que bebemos un sorbo de agua, es agua limpia y nueva que se utiliza por primera vez. Pero no es así, el agua que estamos bebiendo, ha sido reciclada una y otra vez desde los comienzos del mundo, por diversas formas de vida, incluso los dinosaurios.

Agua y energía recursos vitales… ahorralos, cuidalos y preservalos.
Ahora disponemos de toda el agua que nuestros hijos podrán tener, nunca dispondrán de más agua que nosotros, al contrario, si seguimos así, cada vez tendrán menos y la que tengan tendrán que repartirla entre muchísimas más personas.

El acelerado crecimiento de la población mundial y el desarrollo insostenible de las ciudades, a costa del consumo desmesurado de los recursos naturales, hacen que nuestro planeta se convierta en una bomba de tiempo. Pero… ¿Cómo podemos ayudar a frenar un destino fatal? Que tal si empezamos por cuidar los recursos, desde nuestra casa, desde lo que hacemos cada día en nuestra normalidad. Aunque no lo creamos, muchas cosas de las que hacemos cotidianamente repercuten de manera directa en el cuidado del planeta. Por ejemplo cerrar la llave del agua a tiempo, o apagar las luces que no está utilizando, podría ayudar al sostenimiento ecológico.



















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